9 de octubre de 2010

Queridos amigos hoy empiezo de alguna forma una nueva actividad impulsado por una necesidad interna de aportar ideas y reflexiones en un momento en la historia de la humanidad muy especial.

Cuando uno comprende que su presencia aquí en la tierra forma parte de un plan infinitamente mayor que uno mismo, un plan cósmico que comienza con el “Big Bang” y extiende hasta nuestros días, pero que a la vez, paradójicamente, no puede ser llevado a cabo sin nuestra participación, se enfrenta al imperativo moral de realizar aquello que siente que es su deber en ese plan.

Ya no se trata de buscar la “salvación” personal, el “yo” se transforma en el “nosotros” porque el nivel de desarrollo que ha alcanzado la humanidad nos plantea nuevos desafíos a los cuales no tuvieron que enfrentarse nuestros antepasados.

En estos tiempos la necesidad del proceso evolutivo, del cual hablaremos en otro momento, nos marca que el próximo peldaño de ese proceso, partiendo del esfuerzo individual que consiste el despertar a nuestro auténtico ser, el ser interno, lo debemos dar todos juntos como raza.

Espero poder contar con su compañía en esta aventura fascinante, que es el explorar nuestra conciencia, su nivel y estado evolutivo y como, ello afecta el mundo que juntos hemos creado.