17 de marzo de 2011

En la noche oscura


Acabo de ver la película "Invictus", y me ha resultado realmente emocionante. Nelson Mandela ha sido una persona que me ha conmovido, e inspirado, por su enorme voluntad y capacidad para perdonar.
En este preciso momento histórico de la humanidad, nosotros los seres humanos debemos buscar inspiración en aquellos de nosotros que han sabido sobreponerse a circuntancias extremas.
Creo que los acontecimientos de la última década van paulatina pero inexorablemente, a enfrentar al ser humano con su realidad más profunda.Está en nosotros aprovechar la oportunidad.
Puede ser que las circunstancias nos agobien y que todo lo que hay a nuestro alrededor se derrumbe como le ha sucedido a millones de seres humanos que han sentido en carne propia el dolor de la pérdida, material y afectiva.Sin embargo todos contamos con un recurso interno que debemos desarrollar y usar conscientemente y es la Voluntad.
Todos ejercemos la voluntad cuando elegimos cuando, aceptamos o rechazamos, pero cuando mejor se utiliza la voluntad es cuando hacemos algo que no queremos hacer, pero que debemos, cuando hacemos algo que es difícil pero que al hacerlo hace de nosotros una mejor persona. Son esas pequeñas victorias sobre nosotros mismos las que construyen nuestro carácter y en definitiva nuestro destino,y no es una mera frase, día a día minuto a minuto nuestras acciones basadas en nuestro caracter,son las que construyen nuestro destino.
En estos momentos tan difíciles, cuando la compasión nos arruga el corazón al ver el dolor,(no ajeno, porque nada es ajeno en la unidad que somos) quiero compartir un poema que sirvió a Mandela de inspiración durante su encarcelamiento y que hoy por su fortaleza inspiradora sería bueno leer y releer.

Invictus


Out of the night that covers me,
back as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
for my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cry aloud,
under the bludgeonings of chance
my head is bloody, but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears
looms but the horrors of the shade,
and yet the menace of the years
finds, and shall find me, unafraid.
It matters not how strait the gate
how charge with punishment the scroll,
I am the master of my fate;
I am the captain of my soul.

Desde la noche que sobre mi se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses que existan
por mi alma inconquistable.

Caído en las garras de la circunstancia
no he pestañeado ni llorado,
bajo los golpes que me echó la suerte
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.

Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

No importa cuan estrecha sea la puerta,
cuan cargada de castigo la sentencia,
soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma.


William Ernest Henley

8 de marzo de 2011

El ego y la espiritualidad

Es bien sabido por quienes buscan el desarrollo espiritual que, aun en aquellos casos, en los cuales se ha conseguido alcanzar en forma sostenida estados de conciencia elevados ello no logra impedir la aparición del ego en sus formas mas insidiosas.
El punto es de que forma reaccionamos, cuando creíamos haber trascendido el ego, y este reaparece vivito y coleando en el momento menos esperado. Si de cara a los tirones de nuestro ego, no se es capaz de reconocer las debilidades y procuramos aparentar un grado de desarrollo o iluminación superior al alcanzado,aparentando algo que no es, lamentablemente se inicia un camino hacia el mal, mas que hacia el bien, la hipocresía es la dueña de la situación y el individuo se ve en la necesidad de simular cada vez más, lo que en definitiva trasciende provocando el alejamiento de quienes están a su alrededor.
Este es un camino de destrucción y auto destrucción.
En esa situación, lo más saludable es reconcer las limitaciones propias,ser honestos con nosotros mismos y con los demás. Esta actitud no significa, sin dudas un mayor desarrollo espiritual, como a veces se intenta que parezca, pero por lo menos si muestra una faceta positiva que es la honestidad. Es preferible actuar de ese modo a tratar de defender nuestro ego que sería como undirse cada vez más.
Es indudable que la sociedad de hoy día no es la misma que la de siglos atrás y alcanzar un alto grado de desarrollo espiritual y mantenerlo no es sencillo. Hoy todos lidiamos con situaciones cotidianas inimaginables en tiempos pasados, horarios ajustados, desempeñar varios roles en el mismo día,tarjetas de crédito, impuestos,asuntos de orden familiar de la más diversa índole,etc, etc. El contexto cultural por otra parte no solo no ayuda, sino que inhibe todo intento por alcanzar un alto grado de iluminación.
Es así que los sinceros buscadores de la Verdad necesitan que su deseo sea lo suficientemente fuerte para superar esos obstáculos. En un contexto espiritual los buscadores deben representar nuestros potenciales más altos.
Pero nunca seremos capaces de servir a esa función con eficacia, siempre y cuando siéntamos que debemos ser defensores de nuestras propias limitaciones.
A menos que nuestra pasión por la evolución espiritual, la iluminación, y la promesa de un mundo nuevo sea indefectiblemente más poderoso que los interminables necesidades de nuestro ego y sus deseos insatisfechos,no alcanzaremos elevados estados de consciencia.
Creo que la humanidad no dispone de ningún contexto filosófico-religioso superior,que nos guíe,que reconozca la obligación de evolucionar basado en una aspiración consciente.
Es posible que la coyuntura cósmica, por la cual aparentemente pasa la humanidad en este momento, sea el catalizador que los seres humanos necesítemos para desarrolar nuestro potencial.